Eso no te atreves a decírmelo en persona. Deberíamos vernos este viernes para revisar si tienes agallas. Quién sabe, igual terminamos fundando un partido juntos y nos hacemos con el control del país.

La genial obra de Cervantes explica el peregrinaje de cada humano (tan loco como don Quijote) en el momento de imitar modelos en los que transformarse, y sobre todo relata las consecuencias catastróficas para nuestras relaciones de aceptar de manera automática el funcionamiento de este esquema mimético.

¿Qué contestaciones esperas escuchar? Obvio que te afirmará que tú, luego de hacerle pasar un mal instante. Y restándote puntos para entonces decirte hasta jamás. Y si el interrogante viene de ella, evádela, no es instante, o bien una buena pregunta de alcoba. Que por respeto a ella, no es justo hablar de tu ex.

Es importante que en toda relación podamos reconocer a la otra persona como un humano igual que nosotros, con sus virtudes y sus defectos, con sus intereses propios, con su personalidad particular. Entender que esa persona es quien es y somos quienes somos.

La comunicación debe suceder de una manera significativa y cariñosa. Asegúrate de que esta discusión no vaya por el camino equivocado y el resultado final sea negativo. El dialogo es la mejor solución para cualquier problema. La ira retenida termina explotando y desintegra cualquier relación.

Podría, como he dicho, llenar este manual solo con rutinas de Kipper. Pero al final me pondría sentimental. Y creo que ya te he mostrado más que suficiente de qué forma se le puede sacar partido a una mascota y a todo lo que has vivido con ella.

La vagina mide unos 8 cm de profundidad, con un diámetro de 2 cm cuando no está sexualmente estimulada. Durante la excitación, la profundidad llega a 10,5 cm y el diámetro a 6 cm; debido a su capacidad flexible, puede alcanzar mayores dimensiones.

Si llevas tiempo buscando una amante sensual, brillante y exuberante de erotismo, Camila es, sin duda, una apuesta segura.

Acá nuevamente merece la pena referirnos a la relevancia de despertar al presente y comprender que el pasado no solo duerme, está muerto, puesto que el pasado ya murió[5]Ya no existe. No hay nada de él que podamos cambiar; mas sí podemos cambiar nuestro presente.

Fernando Mansilla, experto en psicología clínica y psicoterapia observa que la codependencia puede concebirse desde las necesidades infantiles no satisfechas a lo largo de su infancia, lo que imposibilita una maduración conveniente para poder adaptarse a situaciones de relaciones interpersonales.